El ciclo entero del agua es una maravillosa y precisa maquinaria solar, en la que cada gota de agua de nuestro planeta es evaporada, transportada por los aires y redistribuida en forma de lluvia con eficacia, a pesar de los desequilibrios que nos empeñamos en producir a la naturaleza con nuestras egoístas acciones.
El recorrido de cada molécula de agua es apasionante. Si no se comportasen exactamente como lo hacen, sí nubes necesitasen más energía, solamente unos grados más de temperatura para convertirse en vapor o unos menos para congelarse, la vida que existe en la tierra, de haberla, sería muy distinta de lo que es.
Os recomiendo ¿Dónde esta tu nube? para aprender más al respecto de estos temas tan interesantes, y de paso alejarse un rato de las omnipresentes pantallas, para observar nuestro maravilloso entorno y poner nuestra imaginación a funcionar. Todos hemos sido lluvia antes, y lo volveremos a ser; mientras, seguiremos con la cabeza en las nubes.
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